La llegada de mi primera guitarra eléctrica

sábado, 11 de junio de 2011 comentarios
Con el tiempo, iba progresando y me iba gustando cada vez más, aunque a mi lo que realmente me molaba era la eléctrica. Se lo decía a JMG pero él no paraba de decirme que aprendiera un poco más, que no debía tener prisa. Cuanta razón tenía. Y si, es que soy un "cagaprisas".
Pero bueno, Paco se compró una Edwards LP y me dejó su Squier y un ampli para tontear en mi casa. 
La verdad es que me moló muchísimo el tema de la eléctrica. Y me dispuse a comprarme una en cuanto pudiera.
Un día le propuse a Paco irnos a ver tiendas guitarriles a ver qué me compraba. Tenía muy claro el tipo de guitarra que quería, una Epiphone E-355, a ser posible, en negro, aunque esta también me gustaba bastante:

¿Por qué este modelo concretamente? Pues sencillamente, fui a un concierto de los Backyard Babies y me flipé con la guitarra de Dregen, guitarrista del grupo, concretamente con la negra, aunque la blanca también tenía muy buena pinta:

Fuimos a Madrid Musical que te dejan probar las guitarras y me cogí la Epi-E355... uf, mi primera impresión fue regular, demasiado tocha, no me apañaba mucho. Sentado, muy incómodo. No sé... ya no tenía claro si esa sería mi primera guitarra. Me fui un poco decepcionado, la verdad.
Otro día me fui con JMG, ese día decidido a llevarme a casa la guitarra. Estuvimos en varias tiendas. Pero al final, acabamos en Monster Guitars. Allí me dieron a probar una Epiphone SG-310. La verdad es que solo cogerla, ya me sentí mucho más cómodo que con la E-355. Es más pequeña, más manejable, mucho más ligera, más cañera... Esta tenía que ser mi primera guitarra.

Así que añadí una funda, cables, un afinador y púas y me fui a casa muy contento. Lo primero que hice al salir, fue llamar a mi chica (a partir de ahora, Ángeles) para decirle lo ilusionado que estaba con la compra. 
El tema del ampli se solucionó con el que me dejó Paco, que al final, me lo vendió a un módico precio.

Ya tenía todo lo necesario para darlo todo con la eléctrica

Toda historia tiene un comienzo...

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Todo empezó hace bastantes años. Mis padres me regalaron mi primera guitarra, una española, cuando tenía aproximadamente 9 años(1986). Me gustó mucho, pero no me apuntaron a clases y me dieron un libro. Ser autodidacta es muy complicado. Pero serlo con 9años, es casi imposible. 

Así que la guitarra, metida en su funda, estuvo durmiendo durante años sin que nadie le prestara atención.

23 años después, en 2009, coincidí en el curro con un compañero al que tengo mucho que agradecer por haberme introducido en el mundo guitarril. Gracias José Manuel (a partir de ahora, JMG)

Un dia, JMG me comentó que quería apuntarse a clases de guitarra española en un centro cultural que me pillaba bastante cerca. Entonces fue cuando me acordé de mi guitarra. ¿y si me apuntara con él a clases? Me animé y decidí probar a ver qué tal se me daba. 

Así que recuperé mi guitarra, que estaba nueva a pesar de tener 23 años. Me apunté y con ilusión, acudí el primer día de clase. 

He de decir que empezaba de cero patatero, no había tocado la guitarra en mi vida. JMG ya sabía tocar bastantes cosillas, con lo que el nivel entre los dos era bastante diferente. Cuando entré en la clase, me encontré con un grupo bastante diferente de gente. Había desde el cincuentón con su acústica, hasta un niño que parece que le obligaban a ir a clase. Ah no, que era una niña. Es cierto que la confundí el primer día, pero coño, pero tenía media melena, gafas y... bigote! . En fin... El profe, un chaval joven de raza gitana, se le veía majete. Y la verdad es que en el tema de flamenco, te quedabas flipao viéndole tocar. 



Pues nada, al ser gente de diferente nivel, dedicaba  un rato a cada uno. Cuando me tocó el turno a mi, le dije que no tenía ni idea, que era la primera vez que tocaba. Me enseñó a coger la guitarra y luego me indicó como primer ejercicio, la escala cromática.Parecía fácil. Pero cuando lo intenté por primera vez, los dedos no me respondían. Coño, ¿que cojones hace el dedo anular? No me responde... y no digo nada del meñique. Que mal. Empecé a agobiarme un poco. Seguí intentándolo, pero no había manera de que mi meñique llegara al traste cuatro de la sexta ni de coña. Me dolia la mano izquierda mogollón. Además veía a todos los demás tocando y yo sin poder hacer nada. En ese momento pensé: "Esto no es para mi, lo dejo, a tomar por culo". 

Si, me rendí muy pronto. Afortunadamente, no lo hice de verdad. En casa, me esforcé y por fin conseguí llegar con todos los dedos, eso si, muy torpemente. Pero eso me dio alas y ganas de seguir adelante.
 
Clase tras clase iba notando que progresaba. Era el último de la clase, pero ya no me importaba, veía progreso que es lo que me motivaba.

Le comenté a mi colega Paco, que sabía que estaba aprendiendo eléctrica con un particular, que estaba en un centro cultural aprendiendo española, que no era caro y bueno... no estaba mal para lo que costaba. Se animó y se apuntó conmigo.

Al poco tiempo, también se apuntó mi cuñada Diana, pero no le moló nada el profe y duró poco.
 

Introduccion

viernes, 10 de junio de 2011
Hola lector.

Este es el blog de un aprendiz de guitarra eléctrica. Voy a intentar ir redactando como voy aprendiendo, mis dificultades, videos, etc a modo de diario.

Gracias por leerme.